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El problema agente-principal

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¿Alguna vez has tenido a tu conductor de Uber llamándote y preguntando por tu destino, para eventualmente pedirte que canceles el viaje?

Este es un ejemplo del problema principal-agente sobre el que tanto han escrito economistas como Adam Smith, Stephen Ross, Michael Jensen y William Meckling.

Según la doctrina, en cualquier interacción económica se pueden identificar dos partes: el agente y el principal. El agente realiza ciertas acciones por cuenta del principal, el cual necesariamente le debe delegar la autoridad. Como los intereses de agente y principal divergen, el hecho de delegar la autoridad implica que los objetivos del principal quedan realizados no en un 100%. 

En el caso de Uber, la compañía no sólo retribuye al conductor por el número de viajes que realiza sino que también le ofrece un incentivo de bonificación semanal basado en hacer un determinado número de viajes exitosos por semana. Es decir, el conductor gana el dinero que cobra por cada viaje (menos la comisión de Uber) más un incentivo por llegar a una cantidad “X” de viajes.

Esto incentiva indirectamente al conductor a elegir viajes más cortos en lugar de viajes largos. Porque, sólo con cumplir el número de los viajes necesarios a la semana, los conductores reciben el incentivo de bonificación sin dedicar tantas horas al trabajo.

¡Pero esta situación entra en conflicto directo con la iniciativa de Uber de proporcionar una buena experiencia de usuario a sus clientes! ¡Pues este sistema de bonificación hace que los usuarios que quieren realizar viajes más largos no encuentren disponibilidad de vehículos!

Otros ejemplos:

1. Los agentes inmobiliarios a los que se les paga una comisión porcentual están incentivados para maximizar el gasto presupuestario del comprador. Por eso, tienden a mostrar sólo las propiedades caras cuando los compradores podrían haber obtenido una propiedad más barata. 

2. En la industria farmacéutica, el paciente, el médico, el pagador, la compañía de medicamentos, el hospital y la farmacia tienen diferentes intereses financieros.  Cada uno de estos (excepto el paciente y la compañía de medicamentos) son agentes de una o más partes, también con sus propios intereses.

3. En el caso de la facturación por hora, el agente (abogado/consultor) podría aumentar artificialmente el alcance del trabajo para incrementar el número de horas facturables.

4. Un consultor universitario gana comisiones basadas en admisiones exitosas de los estudiantes (por volumen). Por lo tanto, su incentivo es pedirle al cliente (estudiante) que solicite universidades al alcance de la mano, y no presionarlos o ayudarlos a ser más ambiciosos con sus solicitudes.

¿Cómo se resuelve este problema?

Cambiando el sistema de recompensas para alinear prioridades o mejorando el flujo de información, o ambos.

Por ejemplo, un inversor que tiene capital en su startup está mucho más alineado con los intereses del fundador que un consultor al que se le paga independientemente de cómo se desempeñe la startup.

Del mismo modo, un administrador de fondos de capital riesgo que participa tanto en el lado positivo como en el negativo del rendimiento de su fondo está más alineado con el director (el inversor) frente a un administrador al que se le paga un bono al alza y no pierde nada por el lado negativo.

Este último está incentivado para hacer apuestas más arriesgadas, que no estarían en línea con los mejores intereses de los inversores.

Aprendizaje:

Los incentivos impulsan el comportamiento humano. No reconocer la importancia de estos a menudo nos lleva a cometer errores importantes, tanto en los negocios como en la vida.

¿Qué otros ejemplos de este tipo de problemas se te ocurren?

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